“Me desespero porque es como que están en un satélite, a 20 mil kilómetros de la Tierra y ven desde allí a Río Gallegos y ven que todo está bien. Yo les pido que bajen a tierra, vayan al hospital, vayan al sanatorio, vean el colapso, vean como están trabajando y después hablamos. Yo no quiero generar paranoia ni que la gente se vuelva loca, estoy tratando de decirles ‘por favor, reaccionen’”.
Así, descarnada y sinceramente lo aseguró el doctor Horacio Córdoba (MP 1054), un reconocido pediatra de Río Gallegos que actualmente preside el Colegio Médico de Santa Cruz e integra el Comité Operativo de Emergencia local, conformado en esta pandemia.
El especialista, en diálogo con “Entre colegas”, una transmisión en vivo realizada el viernes 21 de agosto con periodistas de la capital provincial a través de sus redes sociales, habló de la situación sanitaria que atraviesa la provincia y, fundamentalmente, Río Gallegos.
“Hay que ser honesto -pidió Córdoba-, yo no quiero ser cómplice de una mentira. Yo quiero hablar de la realidad porque estoy en el Hospital, voy a Medisur (el único policlínico privado de la capital santacruceña con internación en la actualidad), y veo como están y no dan más. No voy a decir algo que no lo esté viendo y no lo esté conociendo. Entonces, no quiero ser cómplice que la semana que viene nos encontremos con un sistema donde todo el mundo esté corriendo”.
Consultado sobre porqué estima que se llegó a esta situación, indicó que “es muy duro cuando vos ves que lo que se necesita no es por falta de plata, sino por no haber tenido previsión. Se han hecho inversiones, pero a veces, esas inversiones no han ido acompañada de recursos humanos”. Por ello aseguró que no sólo falta la cuestión material, sino fundamentalmente trabajadores: “por más que instalemos las camas no tenemos gente para atenderlas”, explicó.
Córdoba manifestó que, por estos días, la entidad de profesionales santacruceños que encabeza hizo un llamado a las autoridades provinciales: “debemos dejar de lado banderías políticas y tenemos que unirnos todos porque nos necesitamos. Dejar de lado lo público y lo privado. Nosotros dejamos abierta la posibilidad y hemos dicho que, por favor, se dejen ayudar, que para eso estamos, porque no es momento para la soberbia” y remarcó que desde el Colegio Médico no buscan ningún rédito, sino el bienestar de la comunidad y reitera, para no herir susceptibilidades, que “no estoy peleando ni criticando a nadie, estoy diciendo ‘déjense ayudar porque se está muriendo nuestra gente’”.
Reiteradamente el pediatra insiste que desde el punto de vista médico vive la situación actual de Río Gallegos “con mucha preocupación”, porque “el sistema hospitalario público y privado prácticamente ha colapsado para atender lo que implica esta pandemia del COVID-19”.
Y rememoró cómo estaba la salud de esta capital hace 25 años, cuando arribó en tiempos de la apertura del Hospital Regional allá por 1995, cuando el nosocomio era nivel ocho. “En ese momento había cuatro sanatorios y éramos 70 mil habitantes. Hoy esta capital tiene 130, 140 mil habitantes y tenemos un solo sanatorio y un solo hospital y la realidad nos muestra que no estamos a la altura de esta situación sanitaria”.
Como integrante del Comité Operativo de Emergencia de Río Gallegos que se formó para atender las necesidades de la comunidad por la llegada del CORONAVIRUS, contó que hace tres semanas participó de una reunión con representantes del Ministerio de Salud, terapistas, el Colegio Médico, el Hospital Militar para organizar la atención en ese lugar. “A las 72 horas nos dijeron que no, “que vamos a ver…” y no se avanzó.
En la última reunión del COE local, el profesional planteó la posibilidad de abrir una clínica que está pronta a inaugurarse en el barrio San Benito (ubicada a unos kilómetros del centro de Río Gallegos) porque significa la posibilidad de contar con un lugar ‘limpio’. “Necesitamos un área verde para aquellas personas que no tengan COVID-19 pero que deben ser atendidas”, advirtió.
Por su pasión y su preocupación, Córdoba no ha ocultado su emoción al describir el panorama local y las peores proyecciones. Sentimiento que tampoco disimula durante la entrevista: “hoy, para que lo entendamos, y es lo que más me duele, tenemos médicos que están 72 horas haciendo guardia, enfermeros colapsados que no pueden alimentarse ni ir a su casa… ahí me dan ganas de agarrar una cámara y mostrarle a los que tienen la decisión política para que vean lo que nos está pasando. Si les están vendiendo que está todo controlado les están mintiendo y es ahí donde yo no quiero ser cómplice. Estamos hablando de salud, estamos hablando que se nos está muriendo gente”, concluyó.
Fuente: Agencia OPI Santa cruz