«Dame el celular o te apuñalo» le dijo el malviviente. El hecho sucedió ayer cerca de las 18:50 horas, en la calle aledaña al establecimiento del Secundario N° 20, ubicado en el barrio Los Pinos.
La joven fue asistida por gente del instituto y la policía: «me tomaron los datos, les explique la situación, pero al estar en shock, sólo quería ver a mi mamá, estaba invadida de miedo», comentó la implicada a un medio caletense.
Y agregó: «me da miedo, porque yo soy estudiante del IPES y se que voy a seguir yendo a cursar todo el año, y lamentablemente estamos expuestas a estas cosas en la sociedad, después de todo, te quedan secuelas de lo que sucede y da impotencia sentirse vulnerable».
El ladrón, según pudo recordar la estudiante, vestía con campera y pantalón largo color negro, todo deportivo, medía 1,58 cm más o menos de altura y calcula que tenía unos 18 o 19 años, tes morena y delgado, con pelo corto.
El suceso lo hizo público mediante su facebook personal, pero a las pocas horas fue eliminado por dicha red social debido a que según sus normas era «algo que incitaba a la violencia».
Su descargo fue el siguiente:
«Quiero hacer el siguiente descargo, lamentablemente me siento en obligación de hacerlo para que otras personas tomen precaución, y tengan cuidado, ya que al ser lugares donde hay establecimientos educativos, mucha gente transita la zona. Hoy alrededor de las 18:50 p.m. me estaba acercando al establecimiento del Secundario N° 20, ubicado en el barrio Los Pinos. Por no ir por el lado de la librería que se encuentra de un costado de los dos establecimientos educativos que hay en la zona, y ahorrarme unos pasos más, tomé el camino que está entre ambas escuelas y las casas que hay por ahí, iba caminando con mi celular en la mano cuando quiero guardarlo en mi mochila, visualizo que detrás de mí venía una persona masculina caminando demasiado apresurado. Entonces vuelvo la mirada al frente y pensé en que no daba guardar el celular porque era peligroso, decidí resguardar mi celular entre unas carpetas que tenía en mi brazo izquierdo y abrace todo cómo pude.
Comencé a caminar más rápido, intenté mirar de reojo para saber si esta persona seguía detrás de mí, y no me dio tiempo a nada, cuando me agarró del cuello con su brazo haciendo tanta presión que logró hacer que pierda un poco el equilibrio, y me repetía sin parar «dame el celular o te apuñalo», no sé de dónde saqué fuerzas para defenderme, me forcejeo y como yo tenía una lapicera en mi mano con eso lo pinché por todos lados. Me defendí, insulté, pero no pude saber si tenía o no un cuchillo, el que me haya defendido sirvió se terminó yendo sin mi celular corriendo en dirección a la veterinaria que se encuentra a media cuadra aproximadamente.
El miedo y la sensación de vulnerabilidad que tengo en todo mi cuerpo es inexplicable, jamás me pasó una situación tan horrible como ésta, no le deseo a ninguna mujer ni a nadie, no me sustrajo ningún objeto pero lo vi y no me voy a olvidar nunca más de su apariencia. Me ayudaron personas del Secundario N° 20 y del instituto IPES que me pudieron calmar, asistir y llamar a la policía».